Sinopsis
Miguel Gane, autor referente de la nueva generación de poetas, nos transporta en su tercer poemario a un universo lleno de sensualidad, en el que los sentidos son protagonistas esenciales. Poemas que cuentan el inicio y fin del amor desde el erotismo y lo corpóreo como un susurro leve que enarbola la piel.
Desde Madrid a Londres pasando por París, el mundo fue nuestro por un instante. Nos quemamos en el fuego, nos revolcamos en la tierra y nos empapamos en el mar. Tan vivos, tan libres; todo lo probamos. Pero entendimos que estábamos ante el fin cuando aquello que nos había unido empezó a separarnos y, en el aire, fuimos dos aviones con rutas diferentes. Lo que queda después del amor es lo que nos define. Llevas mi piel en los labios, pero, nunca lo supe con seguridad, ¿los usaste para morderme o para besarme?
Hola adict@s!!! Mi tiempo de sentarme frente a vosotros a mermado, pero mis ganas han aumentado aunque no sepa expresaros cuanto, más sigo con mis sensaciones de La piel en los labios...
Quizás entre estás páginas encuetras el sentido a momentos que nunca has querido poner en palabras, a instantes que siempre has amado sin pensar, a gestos que rompen y palabras que sentencian emociones. Hay cura en el alma con abrazos, con caricias que sanan, con letras que rozan el corazón, también con silencios que estallan en las horas más oscuras de la noche, aunque hayan puertas cerradas, así como la luz que desprende la luna para producir el brillo más hermoso. Hay amores y desamores, labios y dientes, piel y el afilado borde de un cuchillo, hay emoción y rabia, ternura y orgullo, ascuas, flor y fuego.
" Vive en mi boca, habita esta casa, pues, a pesar de que correrse dure un segundo, tú aquí serás eterna."
Nunca me ha decepcionado mi sexto sentido, tal vez dude en bastantes momentos, quizás mi soledad la valore demasiado y no quiera revelar mi alma en dos palabras, más las sensaciones siempre dictan setencia. Templar una emoción sale caro a largo plazo, al igual que caldear unos labios que solo saben a hiel, el resultado acaba en un frío poso del café. ¿Qué somos sino somos nada?
Ya veis que la emoción me inunda después de leer a Miguel, casi como una catarsis de sensaciones que ha devorado mi corazón en 296 páginas con referencias a los elementos y bellos sentimientos, también carnales con una estética cuidada al extremo. Puedo equivocarme, sin embargo es una lectura de crecimiento personal, de poesía que sana el alma, de lectura lenta y reflexiva, con un alto contenido en fragmentos que son un canto a ese oscuro lado que toda persona oculta, más el brillo que desprende es único.
Amarse bien es esencial, pero SABER amar es algo que no todo el mundo entiende, dejaré espacio en cada inhalación para que el corazón siga su latido, las palabras se tatuen en el alma y los labios acaricien curvas ocultas...